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Después de ayunar cuarenta días y cuarenta noches, tuvo hambre. El tentador se le acercó y le propuso:

―Si eres el Hijo de Dios, ordena a estas piedras que se conviertan en pan.

Jesús le respondió:

―Escrito está: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.[a]

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Footnotes

  1. 4:4 Dt 8:3